Olio, es la aplicación móvil gratuita que permite compartir tanto alimentos como otras cosas en buen estado, la cual ha experimentado gran popularidad en los últimos dos años, durante los cuales se han registrado 600,000 nuevos usuarios, así la app está por alcanzar 1 millón de usuarios mexicanos, beneficiados al compartir lo que de otra forma sería desperdiciado.
Dos tercios (64%) de los diversos enseres enlistados en la app en México son alimentos, con la mayor concentración de recolecciones organizadas en las zonas más pobladas del país: Ciudad de México y el Estado de México en general.
El hecho es predecible ya que se estima que sólo en la capital mexicana se desperdician 13,000 toneladas de basura todos los días de acuerdo a estudios realizados por la Sedema. Muchos de estos desperdicios son alimentos, un dato contrastante frente a un 15% de habitantes sufren algún nivel de inseguridad alimentaria. Tendencias similares se han observado en ciudades grandes del país como Guadalajara y Monterrey.
“Es interesante que el movimiento sobre el intercambio se aceleró durante la pandemia por el Covid-19”, menciona Tessa Clarke, co-fundadora y CEO de Olio.
“Los mexicanos tienen un sentido increíble de comunidad e incluso cuando se vio amenazado por un período en el que no era posible interactuar tanto como quisieran, los datos sugieren que Olio les dio a los vecinos y negocios locales un espacio para conectarse en línea y asegurarse de poder compartir cosas esenciales. Especialmente comida que de lo contrario se desperdiciaría innecesariamente”.
El desperdicio de alimentos es un problema masivo a nivel internacional y México no es la excepción. Un aproximado de 20.4 millones de toneladas de comida es desperdiciada en el país, alrededor de 158 kg por persona anualmente, lo que significa aproximadamente medio kilo por persona por día.
“La cantidad de comida que es desperdiciada es alarmante cuando tanta gente se va a dormir con hambre. Por otro lado, están las consecuencias implicadas globalmente a nivel ambiental como las emisiones de gas que se producen desde la granja y llegan a la mesa”.
El 36% de las cosas enlistadas en la app que no son alimentos es un gran avance de que la cultura del intercambio se está esparciendo en México. Los usuarios de Olio están encontrando un nuevo hogar y uso para objetos de cualquier tipo.
«Es interesante ver el grado en que el espíritu de compartir y reducir el desperdicio se ha extendido con respecto a los artículos no alimentarios», dijo Clarke. “Si miro los listados en la Ciudad de México en este momento, veo libros de historia, plantas y máquinas de coser. También hay ropa, colchones y utensilios de cocina en perfecto estado”.
La cultura del desperdicio es uno de los problemas más grandes de nuestra generación. Es gratificante ver los datos que demuestran cómo los mexicanos están adoptando la idea de compartir y reutilizar. Las pequeñas acciones no sólo ayudan al vecino también contribuyen al bienestar del mundo y al crecimiento de una cultura que permita construir un futuro más sustentable donde los recursos son compartidos y no desperdiciados”.
Para conocer más sobre la forma en que funciona la aplicación se puede visitar; https://olioex.com/